jueves, mayo 29, 2014

Diez días


Steven Johnson y su narración de la aparición en Brit de los cafés (lugares) como semilleros de ideas me resonó mucho en esta etapa en la que he retomado “el pasillo”. Esto es, las charlas que van sucediendo de manera natural cuando te encuentras con alguien en el pasillo, en el jardín o incluso en los “laterales” de una junta o en su sobremesa. Lo que yo mencionaba en mi entrada anterior como lo que “sí produce”. Y como acababa de tener una de esas charlas que empezó con tomarnos un tequilita a la hora de la comida y se extendió toda la tarde frente a uno de los bellísimos jardines del Iteso, pues me picó la curiosidad indagar cómo son y qué producen esos espacios “informales” (“cafés”) de mi vida diaria, cuáles son sus ingredientes. Se me antojó mucho empezar a llevar una bitácora de ello, de con quién charlé, qué charlé, qué hubo de interesante y sobretodo, cómo es el espacio, cómo se da eso. Esto es rascarle no al “eureka” si no a los que Johnson llama el “slow hunch”. Cuando vi la tarea de tral4 me pareció que era compatible con esa idea. Así que en lugar de hacer el tral4 rescatando las relaciones de comunicación “que ocurren con más frecuencia” desde mi cabeza, decidí llevar una bitácora por unos días y registrar las relaciones de comunicación que de facto ocurrieron en esos días.
Y así lo intenté… digo “intenté” porque no tengo hecha la costumbre de registrar esas cosas del cotidiano y muchas veces se me olvidó y más tarde lo recuperé pero ya con elementos borrosos y así… No se trata de una investigación formal, así que estas inconsistencias en “el levantamiento de datos” (jajajá) no son relevantes. Al menos no para la tarea del tral4… pero el ejercicio me está gustando, así que es probable que después de este pequeño experimento arme alguna estrategia para hacerlo mejor.

17 a 28 mayo. Reflejo de una bitácora “poco estricta”: 
Las líneas verdes son las conversaciones… algunas fueron una sola, otras más de una (y como escogí un marcador gordo pues con la gente “del diario” no alcancé a poner todas).
Las cajitas negras son los recursos… el verde significaría que “dialogué” con ellos….
Subrayado rosa, el encuentro fue síncrono, f2f
Subrayado anaranjado, el encuentro fue asíncrono (y con los recursos significa, “en bytes”).


De las notas de mi bitácora (la neta, creo que “bitácora” es demasiado nombre, las notas fueron en papelitos, en un archivo, sobre mi celular, etc.. variables pues) rescato lo siguiente sobre cómo se produjeron las conversaciones con algo interesante:
Los más frecuentes (de más a menos) son:
  • Las juntas, a veces desde lo formal, otras (muy ricas) desde los temas “laterales” (los que de repente nos hacen decir “ya, volvamos a la tarea concreta”). Esos temas “laterales”, ese darnos la chanza de la informalidad dentro del espacio, pueden producir muchas cosas.
  • Las sobremesas de juntas o algún espacio formal. 
  • Reunión de amigas, parranda, de gente que coincidimos en la labor educativa y por tanto conversamos cosas desde ahí. Dato rico: somos diferentes áreas y no siempre todas en Iteso (aunque mayoría). 
  • Sentadas espontáneas (no junta planeada pues) con compañeros de trabajo. 
  • El pasillo literal, o el jardín. A veces ahí mismo, otras que sigue con café en alguna mesa bajo un árbol. 
  • Explorando los blogs de los traleros.
Y otras sueltas: Un raid (charla “de coche”), algo que puse en el Facebook, a petición-me invitan a comentar algo (blog) y las que son “consumo” de información (los recursos) que de los referidos en la gráfica uno me lo encontré buscando, otro llegó por correo-e y el otro –impreso- lo reencontré a la hora que moví unos papeles (casualidad, las cosas te encuentran cuando tienen sentido).

Me sorprende que creí que el “pasillo” sería el que más frecuencia tendría, y no… al menos en estos 10 días, es la parte informal de los espacios formales la más rica.

Otra cosa que se pueden ver en mi gráfica es quienes son mis colegas del diario, como lo que marco son conversaciones tenidas en donde “algo” interesante pasó, esto se nota en donde hay más líneas. ¡Menos mal! Esto es, que bien que con los colegas del diario “pasen cosas interesantes”. No están ahí todos mis colegas del diario, pero así fue en esos días de la bitácora.. esto es, es interesante la bitácora porque no aparece gente que al hacerla de memoria sí hubiera puesto. Y viceversa, aparece gente que de memoria no hubiera puesto… es probable que sea un caso aislado, que en una bitácora que recoja digamos otros 10 días, no aparezcan y quizá en mucho tiempo no aparezcan…. Pero lo volverán a hacer algún día. Esto es reflejo de que hay muchas cosas que se tejen en el diario, ya sean pequeñas puntadas o grandes telares, somos muchos los que estamos interconectados, aunque los flujos sean esporádicos. En una de esas hasta creo que esos flujos esporádicos son más valiosos y ricos, simplemente porque con esos flujos agregamos la diversidad, agregamos más visiones que las que se dan en los flujos del diario (por muy ricos que sean éstos).


Tejiendo Redes de Aprendizaje en Línea

miércoles, mayo 28, 2014

Del pasillo


Van unas notas de lo que empecé a escribir para tral3, que luego se combinó (y terminó siendo otra cosa) con lo que decidí hacer para el tral4 (no se pierda el próximo capítulo), más las charlas con tralerlos y otras cosas de hace años y mi momento actual post-doctorado-“el volver”.

Empiezo por lo último. Mi tesis fue sobre la red (tanto “encima” de la red como “about” la red) y además a distancia (más red, aunque no tanta como esperaba de mis asesores). El último periodo (los últimos 6 meses de producirla y luego el casi año y medio extra que se tomaron las correcciones y rehaceduras) fue un periodo muy solitario personalmente. Además de terminar cansada de la red-internet, fueron dos años bastante aislada de la “bola” (literalmente abandoné muchos amigos y también gustos y cosas en las que andaba). Dos años también en que en mi proceso laboral me puse en modo “productivo” (léase llegaba, sacaba la chamba, me iba) para poder volver a casa a trabajar en la tesis. Ese modo “productivo” no incluía lo que considero realmente más productivo: tiempo para los pasillos, para las sobremesas después de juntas, para las conversaciones casuales que se hacen laaargas.

Así que ya liberada J he estado haciendo mucho de eso. Mis espacios personales no han dejado de estar llenos de “la bola” (amigos) y en mis espacios laborales me he dado ese tiempo de charlar modo pasillo, sobremesa, charla casual que se alarga. Y todo eso significa que casi no estoy en la red-internet (again, si no fuera por el maldito Facebook).

En términos de mi red profesional en este momento de mi vida estoy reactivando mi red f2f por sobre todas las cosas (y porque lo gozo). Charlo y charlo mucho, aquí y allá. Gracias a dios tenemos un campus bellísimo que se regala para ello. Por la red-internet (ya dije en entradas anteriores lo que tenía y perdí sobre la marcha) el esfuerzo solo está siendo ahorita vía Tral. Más o menos me voy leyendo todos los blogs (hasta el nivel que voy y con retraso). He intentado enredarme con algunos traleros desde sus blogs: con los que identifiqué hacia la semana 3 como activos en sus blogs (y que no son de Iteso) y SOBRETODO que en sus reflexiones aportaban cosas que hacían clic conmigo y sobre las que tenía ganas de charlar. También me paseo sistemáticamente por otros espacios del tral, en concreto la comunidad en google+, la etiqueta #tral en google+, el Facebook, el Diigo. Ahí lo que encuentro son “ánimos”, acompañamiento de los tutores y en cuanto a los contenidos un rollo más modo “small talk” (que no me ha enganchado). También claro, son plataformas para dar a conocer las entradas de blog (que ya están en la “central de blogs del tral”) y en concreto el Face es más un modo de “curar contenidos” (que ha sido pobre en Diigo).

En todo este ejercicio me he visto por un lado, consumidora. Me he encontrado referencias a recursos y sitios interesantes. He encontrado prácticas que suenan interesantes. Veo que otros también, por sus comentarios en los diferentes espacios. Consumimos desde lo que otros producen o "curan".

Por otro lado, me he encontrado “haciendo la tarea”. Me lo propuse como aprendí en un taller de meditación Ishaya: “entrar con inocencia”, esto es, no dejar que la cabeza vaya construyendo por encima de la propuesta antes de probarla. Significa, Gabriela haz las tareas como te las proponen, luego vez que sale de ahí. Veo tres patas en ello (1) “la tarea” propiamente, esto es el ejercicio personal, (2) las conexiones y (3) la reflexión. El punto (1) lo hago como se pide -como lo entiendo-, el punto (2) lo hago como voy pudiendo, siempre con mis inquietudes por delante y el punto (3) todito a mi modo. Bueno, me he encontrado “haciendo la tarea” (con mucho retraso pero ahí voy) y veo que otros también están en ese modo. En principio es natural, es una apuesta por la propuesta, pero ¡no me gusta! No me gusta es modo “estamos haciendo la tarea”.

Creo que donde no me gusta es en especial en el punto (2), esto es en la tarea de conectarnos. Hay un nivel afectivo, muy importante, que se alimenta (modelado por los tutores) y que produce al menos un deseo, un deseo de conexión (más allá de los espacios “modo curso”). Lo veo en los demás también. En mi caso el deseo es el de ¡charlar! Charlar “en serio” las cosas. Pongo “en serio” entre comillas porque no busco algo “serio” o “formal”, si no el modo del “pasillo o sobremesa” que produce ideas. Eso no lo he encontrado y lo he buscado: Idea interesante en un blog, aporto la mía, me regresan un “gracias” con muestras afectivas; o recursos, padrísimos, y más muestras afectivas. Regreso, aporto un poquito más, de regreso recibo “chido, hay que ver cómo nos conectamos”… Ahí está el deseo, ya nos encontramos (hay un vínculo afectivo) pero no se logra conectar en el espacio en el que surgió la posibilidad de charlar más largo y tendido sobre las ideas (esto es, principalmente el blog).

¿Es que el blog no es un espacio “bueno” para conversar? Reflexionaba yo en una entrada que yo no lo he encontrado blogueando (con alguna excepción), como que bloguear es un asunto más personal y menos comunitario. Ahí uno va con su propia voz y se arriesga a ponerla pública, pero sigue siendo "el espacio de uno", los comentarios son "a lo de uno". Como que en un blog de alguna manera se respeta la autoridad del autor... se comenta al autor.

¿O es que no sabemos ir más allá de leernos (consumir) y dejar un comentario “rápido”? Quizá uso mal “rápido”, pero es que no encuentro la palabra ahorita. No es un asunto de velocidad, leer y luego comentar puede ser un asunto muy pausado (así es más sabroso, al menos)… a lo que me refiero es quizá a algo más relacionado con la “inmediatez”, comento al otro y sigo con lo mío y luego se pasa el tiempo y ese momento “caducó”, ya hay nuevas entradas de blog, nuevas ideas, hay lo que sigue. Esa sensación “modo Facebook”, lo que sucede, sucede ahorita y ya luego ya pasó.

Quizá la pregunta con la que inicié el párrafo anterior no sea la pregunta, quizá la pregunta es otra, o al menos es una pregunta que se suma: ¿La asincronía en la red-internet ya pasó de moda? Voy a sonar a que ya estoy viejita (internéticamente viejita) pero “yo antes” (jajajá, ¡viejita!) participé en espacios de conversación asíncrona muy ricos, poderosos, llenos de conversación larga y profunda. Eran otras herramientas tecnológicas (herramientas de communityware, no de redes sociales), pero quizá el asunto no es sobre las herramientas. Quizá el asunto es que la tecnología cada vez más pegada a nuestro cuerpo (léase el celular que “traemos siempre”), nos pone ya en un modo inmediato, podemos tener la conversación “ahorita”, sincrónicamente (aunque no estemos en el mismo lugar). Quizá sea eso, que ahora para las charlas de pasillos solo necesitamos coincidir en un momento dado el “pasillo virtual” para charlar. Para mí las charlas de pasillo son muy potentes, así que quizá ese sea un beneficio del irnos volviendo cyborgs. Solo que habría que aprender a cultivar algo más que el “small talk” tan común en las redes sociales. Eso sé hacerlo (Facebook y whatsapp, me ayuda a mantener los lazos afectivos), lo que no sé hacer es conversar largo y tendido de manera síncrona sobre la red-internet… Bueno sí, con el Skype y parientes. Quizá lo que no sé es “estar en el pasillo virtual”. Yo sigo buscando la posibilidad de la charla asíncrona.

Quizá tengo que aprender eso, a estar “enchufada” todo el tiempo, a estar “hanging out” en los “pasillos virtuales”. ¡¡Me choca la imagen!!  Pareciera que la tecnología también nos hace omi-presentes, podemos estar en varios lugares a la vez, podemos estar en “lo que estamos” y en el “pasillo virtual” todo el tiempo y todo al mismo tiempo… ¡no lo quiero! (please paste here all images with people around a table texting… and related).

(p.s. …Si lo que se teje ahora, se teje en la sincronía, llevar cursos como el tral a nuestro propio ritmo conlleva pérdidas… no lo estoy “declarando”… pero pareciera que lo que fue saliendo en mi reflexión apunta hacia allá… sabe, eda? hay que seguirle dando vueltas a la matraca).

TRAL nivel 3. SIN INSIGNIA.